¿Son legales los vientres de alquiler en México?
Contratar una madre de alquiler en México es posible, pero dependiendo del estado, ya que no en todos los estados es legal. Por ejemplo, en Tabasco es posible realizar un proceso de subrogación sin ánimo de lucro y sólo para ciudadanos mexicanos. Para el caso del estado de Coahuila, a partir del 2017 tan sólo se admiten casos en los cuales la gestante sea familiar de los padres. Afortunadamente tanto en Cancún como en Ciudad de México, pueden acceder todo tipo de parejas locales y extranjeras a un proceso de subrogación.
¿Cómo contratar un vientre de alquiler en México?
La mejor forma de contratar un vientre de alquiler en México es a través de una agencia especializada en gestación subrogada como Go4Baby.
¿Qué requisitos existen para realizar un proceso en México?
En México, y concretamente en Ciudad de México y Cancún, no existen apenas restricciones para aquellos padres de intención que deseen contratar un vientre de alquiler. Parejas heterosexuales casadas, hombres solteros, parejas de chicos o mujeres solteras y parejas de chicas podrán realizar un proceso de subrogación.
¿Cuánto cuesta un vientre de alquiler en México?
Los costes se encuentran entre 55.000 y 85.000 USD dependiendo de las garantías y coberturas contratadas.
¿Cuánto cobra una madre de alquiler en este país?
Una madre subrogada o madre de alquiler cobra entre 15.000 USD y 20.000 USD, dependiendo del programa contratado por los padres o por parte de los padres.
Agencias de gestación subrogada en México
Sin lugar a dudas, Go4Baby es una de las mejores agencias de gestación subrogada en México. Nuestra experiencia y nuestros testimonios nos avalan.
Testimonios y opiniones de padres que han realizado un proceso en México
Estamos muy agradecidos a todos los que hicieron posible que nuestro sueño de convertirnos en padres a través de la maternidad subrogada en México se hiciera realidad, y particularmente a nuestra gestante por su motivación y esfuerzo, la cual fue decisiva para lograr nuestro deseo.
No podemos expresar la alegría que sentimos.
Raquel y Alfonso